Las cosas dejan de tener sentido. No entiendes que haces aquí , pero sabes hacía donde quieres ir. “Un Norte” que Avelino me cuenta y que en ocasiones se pierde, atrapada en esa piel que otros hicieron que te forjaras y de la que te sientes orgullosa, pero a veces aprieta hasta casi la asfixia. Y “Un Sur”, ese al que quieres volver siempre, para recargar las pilas del alma , de la mente y donde todo lo demás deja de tener sentido. Desprendida de esa piel, vuelvo al ombligo del que tomo vida y donde nada me hace ser lo que no quiero ser. Libertad de movimiento, de sentimiento y de fe.
Vuelvo a ese Sur, a buscar esas historias de las que me alimento mientras llega el momento de no tener que ir a buscarlas y vivan conmigo.
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