Más allá de la historia del reino de Zenobia, más allá del reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad, Palmira encerró uno de los más bellos amaneceres de mi vida, las risas de un grupo de amigos recién nacido y el sueño de pisar Siria allá por 1999.
Ayer casi DOSCIENTAS personas la mayoría mujeres y niños murieron a manos de quienes durante cuatro años están destruyendo un bello país lleno de gentes amables.
¿Terroristas? ¿Guerra Civil? CUATRO AÑOS en los que las vidas sesgadas por esos "atentados" siguen sin ser parados, porque nos quedan lejos, porque no inquietan nuestra vida.
Rabia, tristeza, impotencia.