Navegando en un mar de arena, la soledad y el silencio invaden el espacio. Intento despojar mi mente y mi cuerpo de aquello que me impide sentir. Sentir, sin más. Dejo que el sol revitalice mi ser. En esa soledad aletean dos almas libres en busca, vete a saber de que refugio. Vuelan al centro, a ese ombligo primigenio en el que me encuentro.
Hola Yolanda!
ResponderEliminarque bueno verte por este mundo...belle entrada y bella imagen..te invito a pasar por mi blog.
Saludos.
http://anita-alro.blogspot.com/
Muy profundo, me gusto.
ResponderEliminarXavier N.
Gracias chicos por vuestro apoyo.
ResponderEliminarMe quedo un rato mirándola... Brigante ; )
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