Escuchar, oír, imaginar…. estos días la mente y el corazón otra vez vueltos del revés. Egipto, Siria, Libia y ahora Malí, puntos en ese continente llamado AFRICA que constantemente llora, aparecen arrasados en los medios de comunicación.
Miles de personas desplazadas huyendo a una suerte que vaya usted a saber, que Dios, conoce. Amigos que imaginas a salvo en algún lugar perdido, pero a los que probablemente nunca vuelvas a ver, o de los que nunca vuelvas a saber.
La rabia contenida ante tanta sin razón, ante tanta política y religión que olvida a las personas, a su cultura y tradición, por un interés que se aleja del esfuerzo por la igualdad, por el reparto de riqueza, de la convivencia y la paz.
Dentro de unos años, además de contar los cadáveres que nuestra indiferencia va dejando cada día en cifras no contadas, hablaremos de la cultura arrasada y lamentaremos haber vuelto los ojos hacia nuestros ombligos.