lunes, 29 de agosto de 2011

TRAS LA NIEBLA


Intento  acomodar la  vista  entre la niebla, sin apenas  lograrlo,  alguien me  tiende algo entre  las manos.  Es  un  sombrero  típico  del Norte  de  Etiopía,  que  termina  en  un penacho  de pelo  de  Babum.  Entre  el frío   devuelvo  el objeto  que para mí  no tiene  sentido,  entonces   me  tiras  de  la manga  y me pides una  foto ¿cuanto? Nada. 
Intento  acomodar  el  objetivo, que  como yo  tiene problemas, aunque intuyo  unas  sombras  tras  de  ti.  Me  miras  e insistes,  te  rechazo y sonríes.  Esa  sonrisa  me hace  recordar  que no  tienes nada, que has surgido  de la niebla sin nada con que protegerte.  Te  tiendo unos  Birs y  te marchas  feliz.
Revelo  mis  fotos,  entiendo  el  valor  de  ese sombrero y su   sentido.
Tu  subsistencia.

viernes, 19 de agosto de 2011

MI RESPONSABILIDAD

En un poblado  en  este momento  ocupado  por niños,  reina  el silencio.  Ni una  risa, ni un  llanto.  
Desde  el  fondo   de tu mirada,  con  el peso   conferido, me  muestras  tu  responsabilidad. En  tu  cara   se encierra  la  tristeza  del que  no  tiene  tiempo  de  ser niño.  Como los  demás  quieres  ver  tu imagen,  esa  que nunca  tienes  tiempo  de  observar.  No    que  ves, pero  yo me quedo  con ella y  la guardo.
Por  si  olvido,   que esa  tarde,  se me encogió  el alma.
Por  si olvido,  que hay niños  que no  sonríen. 
Por si  olvido,  que hay  niños  que no juegan.
Por  si olvido,    que hay  niños  que sufren.
Por  si   me olvido  de  Mi  Responsabilidad.

miércoles, 3 de agosto de 2011

A MI SOBRINA LIDIA

Te adoré  desde el momento  que tu  madre  me dijo  que  estabas  en su  vientre.   Al  otro lado  del mundo  me  dijeron que  eras niña,  en ese   lugar  al que  irás cuando  tengas “ocho o diez  años, porque ahora todavía  eres pequeña y  se necesitan muchas  vacunas”, y   te imaginé. 
Cada vez que  me marcho  te  llevo conmigo,  esperando  traerte  alguna  historia de “Africa”.
Guardas la  dulzura  de  tu madre, con quien  crecí,  a la que  adoro y  con quien sigo  haciéndome  grande.  A  mi me  toca  dejarte  la locura  de mis  viajes, que hagan  que no  distingas  el color  de  la piel,  la  religión ni la  condición de las personas.  
Hay  regalos en  esta vida que no  tienen precio y    eres  el mio.