En un atardecer increíble como todos los que África brinda, encaramada en lo más alto, el silencio se adueña del lugar y del alma. De espaldas a lo ajeno, a las risas que no compartes, te abstraes. Siento el latido de tu mano apoyada en la tierra. Tu posesión, lo único que te es dado por nacimiento y que sin embargo, te es quitado sin ningún derecho. Imagino valientes guerreros, comulgando con esa tierra, tomando los bienes que les ofrece sin dañar sus entrañas, respetando cada elemento que la nutre e integra.
Veo tu riqueza y en esa visión, a aquellos que la ansían sin respetar tu tierra y su esencia. Aquellos que hacen que esos guerreros se desplacen y queden arrinconados en un desierto, que su identidad de vida se pierda en una reserva, donde cada uno de sus derechos han de ser una petición.
Preciosa foto y muy buena historia, gracias Yolanda :-)
ResponderEliminar"me gusta", no sé cómo expresar lo que me ha gustado, eres única dándole voz a los sentimientos.
ResponderEliminarY sin embargo, injustos como somos, somos conscientes de que en ellos, en las viejas tribus que se enraizan en los tiempos antiguos, está parte de la verdad que buscamos
ResponderEliminarhermosa entrada
un abrazo desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Ay, de un lado el mundo de la globalizacion; de otro, el mundo de las gentes que vivian en paz con la naturaleza...
ResponderEliminarCreo que a estas alturas, esto ya no tiene arreglo.
Un abrazo, amiga
Gracias chicos por vuestros comentarios y como siempre digo, gracias por "sentir".
ResponderEliminarRaul, ahí te veo.
Antiqva, el arreglo es difícil, pero quiero creer que pequeños pasos pueden devolverles la dignidad.
Un abrazo a todos.
que placer descubrir tus imágenes y tus letras...
ResponderEliminarhoy mi día se alegra.... Gracias
El placer es mío, viniendo de vos y un verdadero placer contar con vos. Un abrazo
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